Subj: ESPERO TE ANIMES A COLOCARLOS BAJO EL TITULO, CON EL ALMA DESNUDA ZULEIKA MERCED Date: 10/2/01 4:44:43 PM Pacific Daylight Time From: amanecer50@hotmail.com (zuleika merced) To: Magahira@aol.com
SALUDOS MI QUERIDA AMIGA,
 
ESPERO ME RECUERDES. COMO ESTAS? TANTO TIEMPO. COMO SIEMPRE SIGO ESCRIBIENDO Y ME ENCANTARIA QUE COLOCARAS MIS NUEVOS POEMAS CREEME SE QUE TE GUSTARAN. SABES ME IMAGINO QUE YA GRABE MI CD DE POESIA QUEDO SUPER BELLO. TE CUENTO QUE YA EN MIAMI SOY MIEMBRO OFICIAL DE LA ASOC. DE POETAS QUE AGRUPA LAS DIFERENTES ARTES. BUENO CUENTAME DE TI ESPERO NO ME HAYAS OLVIDADO PUES TE RECUERDO CON MUCHO CARIÑO YA QUE FUISTE DE LAS PRIMERAS QUE COLOCO MIS POEMAS EN SU CITIAL TAN HERMOSO. BUENO ME DESPIDO ESPERANDO SABER MAS DE TI, CUIDATE. COMO SIEMPRE DESEANDOTE UN HERMOSO AMANECER!
 
ABRAZOS DE MI ALMA A LA TUYA EN ALAS DE LA POESIA QUE TANTO AMO!
 
TU AMIGA DE SIEMPRE
ZULEIKA MERCED
PUERTO RICO
 
 
 
¡Qué fácil fue quererte; qué difícil el olvido! Zuleika Merced ¡Qué fácil fue amarte y qué difícil tratar de olvidarte! Quizás fueron de cristal tus ojos cuando me mirabas o fue sólo que mi alma se le antojaba, tanto amarte entre tinieblas de las soledades crujientes, apagadas. ¡Qué ansiosa la entrega en remolinos se entregaba! Ultrajando espesuras detenidas del mismo tiempo, a través del sollozo vertido, impío de una lágrima. Deseos que se quedaran moribundo en tus cabellos Quise desnudar beso a beso, en idolatría tu alma, buscando que algún sentimiento mío, estuviera en ti preso. Fueron ilusiones fantasmales; sin piedad infundada. Caminé tu cuerpo en vestimenta desnuda de lamentos. ¡Qué fácil quererte! Se quebraron en el intento mis alas. Caí derrotada sin piedad; sobre el pedregal de tu pecho, como se marchita la flor sin querer, al viento deshojada en desnudez temeraria, el olvido en sombras del recuerdo. Fue tu amor la tempestad donde tanto; de miedo naufragara mi cuerpo a la medida perfecta en ironías de tu cuerpo. Como se tiende solitaria en el mar, apacible la arena blanca. Sólo esperándote en la calma furiosa, oleaje del deseo. Sólo en los secretíos primaverales en ausencia del mañana, profundidades incoherentes; abrazando en nostalgias el infinito nuestros labios en lejanías de espejismos unidos; se besaban sin razones callejeras, dolientes, te buscaran en el mismo olvido. Volveré en mis amoríos a sentirte vivo, cual fuego en llamarada. ¡Qué fácil fue quererte sin poder olvidarte y sólo para eso vivo, mientras en vano intento, en el olvido; sepultar mis lágrimas! Sin olvidar nunca jamás cuánto en martirio, te he querido! Por: Zuleika Merced Derechos Reservados 2001 Fui sólo… Zuleika Merced Fuí sólo calma en tus tormentales desenfrenos, angustias abrazadas en éxtasis del mañana, locura emanando en locuras, triviales secretos; tejiéndose a besos en las noches las alboradas para descender en cautiverios sobre tu cuerpo, ya tal vez la pasión desnuda, cómplice del alma se adueña de los contornos tuyos, todos ajenos. Suspiros deslizándose, enmudeciendo el aliento, destellos luminosos, amantes, cristalinos en la cara una y otra vez se abrazan; a la lejanía del tiempo, murmullo sonoro, pronunciar tu nombre a medias, correr en alas quebradas; distantes del pensamiento, si te pienso, sin saber si aún absorto me piensas, si soy luz que se engalana de ónix, en tus cabellos, si soy la tormenta que tus orillas en bravura traspasa; llanuras de la mente, se acobardan al sentir sonoro las lágrimas de cristales; van cayendo sobre tu grama pecho a pecho, emotivos encuentros prohibidos de los dos. En pequeñeces altaneras; entregándose; se agigantan. Se cubre la entrega en su desgarrador manto negro dejando entrever la ausencia; gimiendo de pena llora. Mano a mano, las copas rotas se quiebran a lo lejos. Fui sólo; copas del vino rojo, calmando la sed tu boca como fuego ardiendo de rabia claro ante el quebranto llanto divagando en luz y las sombras de la alcoba, donde se tiñe la pasión en verdes llorosos, hoy llueven buscando tu imagen sobre los confines de mis brazos espacios solitarios abrazando tu silueta en espanto después de haberte amado tanto, eres sólo: olvido, llanto, que en recuerdo macabro y maldito ya no se muere. Vendaval ilusorio en amores perfilándose extraños, realidades obscuras al amarte, como oleaje que vuelve a arrastrarme a sus profundidades; carentes de principios; donde no hay finales, sólo desvarío negro cuando amanece, turbulencias perfectas marcando en la arena el tiempo; cuando vuelvas estarán quietas las huellas que dejaste sobre las manecillas inmóviles del próximo encuentro. Vuelvo y me entrego; talle a talle, en amoríos galantes mas allá de la lejanía inquebrantable de los recuerdos. ¡Donde se diluye la sangre roja a besos de los amantes! Por: Zuleika Merced
 
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